Hola, Rita. ¿Cómo te encuentras en este momento? Creo que es una sensación universal la que uno experimenta ante situaciones así… Cuando se pierde, al menos físicamente, a una persona tan importante. Para serte completamente sincera, yo no he dejado de llorar a pesar del tiempo… De hecho, al momento de escribirte esto, lloré ayer por la nostalgia de recordar a mi padre de crianza, que fue quien murió cuando tenía 6 años. Creo que uno no deja nunca de llorar, tampoco creo que realmente superemos la pérdida, sino que llegamos a comprenderla o a asumirla… Nos compenetramos con una versión distinta de la realidad donde esa persona ya no está en cuerpo. Es todo un proceso de renacimiento que no termina nunca, y pienso que lo importante es saborear ese renacimiento con dulzura y no con amargura, porque así lo hubiese querido esa persona que tanto nos amó.